lunes, 18 de junio de 2012

ASCENSO DEL REAL VALLADOLID.

Recién llegado de la celebración por las calles, de los jugadores del R. Valladolid en el bus turístico municipal y de ver la animación de la gente, se me ocurre escribir estas líneas.


 Si mi hicieran la pregunta de si me alegro del ascenso del primer equipo de la ciudad, creo que contestaría esto que voy a contestar, y seguro que habrá mucha gente que no piensa como yo, es más, la mayoría estoy convencido de que no piensa como yo, pero bueno haya cada cual.


 SI ME ALEGRO DEL ASCENSO DEL PUCELA, y principalmente me alegro por esos 8.000 socios como mi hijo Fran y mis sobrinos Pablo y Albertini , que año tras año, independientemente de la categoría en la que jueguen , haga frio o calor son fieles a su equipo a pesar de las continuas faltas de respeto que sufren por parte de su presidente, que antepone los intereses de las cadenas de televisión que les fijan horarios favorables a esas cadenas, pero que debido a estos, muchos fieles socios no pueden subir al estadio para ver a su equipo.


 NO ME ALEGRO DEL ASCENSO por esos aficionados que solo se apuntan a las celebraciones y que solo lucen sus camisetas cuando sale el autobús municipal de festejos a la calle o acuden al campo en partidos decisivos como el de ayer con 24º de temperatura y con entradas a precios irrisorios para los que se estilan en el futbol hoy día. Yo mismo cuando era socio he desistido de ofrecer mi carnet para algún partido de 1ª división después de ofrecerle a varios amigos y no querer ir ninguno ni de forma gratuita.


 Si he dicho que me alegro del ascenso del PUCELA, NO ME ALEGRO PARA NADA DEL ASCENSO DE LA EMPRESA DE TRAPICHEOS FUTBOLISTICOS SOCIEDAD ANONIMA “REAL VALLADOLID” a la que cortésmente se le deja llevar el nombre de nuestra ciudad, incluso después de que sus propietarios no dudaron en chantajear a los vallisoletanos con su alcalde al frente, con llevarse eL club a otra ciudad si no conseguían que el ayuntamiento recalificara unos terrenos para la construcción del ilegal pelotazo urbanístico llamado “VALLADOLID ARENA”.


 NO DESEABA EL ASCENSO DE ESTA EMPRESA cuyo mentiroso presidente no paga a sus proveedores (agua, luz, etc.…), a la Hacienda pública – que somos todos- a la seguridad social, a sus jugadores verdaderos responsables de este ascenso y lo que es más lamentable a sus empleados más modestos (jardineros, oficinistas etc.…) a los que se les deben no sé cuantas nominas.


 NO DESEABA EL ASCENSO DE ESTA EMPRESA DE TRAPICHEOS FUTBOLISTICOS, que no se cansa de pedir apoyo económico a las instituciones locales y regionales (ayuntamiento, diputación, junta) y después son capaces de tener una deuda y no pagarla de 73 millones de euros o lo que es lo mismo mas de 12.000 millones de las antiguas y añoradas pesetas, deuda está con todos los ciudadanos del estado.


 En su día dijo Marx, “la religión es el opio del pueblo” y en este caso dejo que cada uno reflexione y piense lo que quiera.


 Un saludo amigos.  Mauro Al