Siguiendo la buena costumbre de hacer un pequeño viajecito en navidad que tan buenos resultados nos dio años atrás, este año apuntamos la flecha buscando temperaturas mas templadas que los fríos castellanos que estamos padeciendo.
Me gusta dejar constancia de mi experiencia por si alguno de mis amigos decide hacer el mismo o parecido viaje con las cosas positivas y no tan positivas que encontré.
Lo primero, buscar hoteles en booking y posteriormente una vez escogido el que me gusta, buscar en la propia web del hotel por si le añaden alguna oferta. Como la idea era Cadiz, muy cerquita de allí en Puerto de Santa Maria encontré el hotel “ MONASTERIO DE SAN MIGUEL” **** que aparte de ser un hotelazo incluía como oferta el desayuno y el Parking, igualmente por un pequeño suplemento la media pensión muy recomendable si pasas todo el día fuera.
Como preguntando dicen que se llega a Roma, una simpática gaditana nos recomendó en Puerto de Santa María un restaurante llamado “La Dorada” donde comimos estupendamente y encima estaba justo enfrente del muelle desde donde partían unos catamaranes de ruta municipal que te llevan al puerto de Cadiz situado en el centro de la ciudad en un trayecto de 25 minutos por poco mas de dos euros y con una buena combinación de horarios.
Cadiz bullía de gente en sus calles pues tenían ya rebajas y eran días previos a la festividad de Reyes. Bonita ciudad Cádiz para pasar una tarde.
Catedral de Cadiz
El día siguiente le teníamos preparado para visitar Gibraltar que se encuentra aproximadamente a una hora de viaje contemplando los campos andaluces completamente verdes en esta época del año, hecho que no sorprendió.
Pasar el coche a Gibraltar podía tener la ventaja de llenar el depósito a 0,80 € de gasoil pero el inconveniente del estacionamiento y las posibles colas de entrada y salida, por lo que decidimos dejarlo en un parking en La Línea de la Concepción justo a la entrada del peñón, donde por unos 8 € puedes despreocuparte del coche cuatro horas.
Parking Sta Barbara (La Linea)
Turísticamente la visita a Gibraltar se resume en coger un bus nada más pasar el control de accesos que te lleva directamente a la entrada de la calle principal de compras del peñón, llamada “Main Street” y la que esta llena de tiendas y turistas, donde rebuscando un poco puedes encontrar productos principalmente electrónicos y perfumes a buen precio. Algún capricho he de reconocer que nos dimos.
Main Street (Gibraltar)
Para visitar el peñón principalmente hay dos opciones, la primera coger el teleférico y patearte los diferentes miradores a tu bola o escoger una excursión en furgoneta que por el mismo precio (20€) persona te llevan despreocupadamente a los diferentes miradores del peñón desde donde se contemplan unas vistas impresionantes de verdad, también allí pudimos jugar con algunos de los famosos monos del peñón, que para nada encontramos agresivos en contra de lo que cuentan algunos. El conductor de la furgoneta te va dando una explicación sobre lo que vas viendo. Comer en Gibraltar complicado y caro.
Puerto de Gibraltar
Peñón de Gibraltar con Africa al fondo
Por la tarde decidimos acercarnos a la famosa Marbella que se encuentra a una hora de viaje aproximadamente. Como no se trataba de ver playas, visitamos el casco antiguo marbellí que se encuentra cuidadisimo y es verdaderamente bonito.
Calle de Marbella
Posteriormente visitamos Puerto Banús donde descansan los yates de los árabes y los que no son árabes pero que también tienen muchas monedas, para que se paseen un par de veces al año en el mejor de los casos.
Conocer Puerto Banús es bueno para saber que hay un mundo muy diferente al que diariamente vivimos pero reservado solo para unos pocos.
Lady Haya (yate de la familia real Saudí)
Al día siguiente después de otro buen trayecto de coche visitamos Ronda y la verdad es que no nos defraudo para nada, ni el pueblo ni sus impresionantes vistas a la serranía. Por deseo del taurino de la familia visitamos la plaza de toros, la más antigua de España construida en 1785 en cuyos bajos tienen instalado un museo. Lo más visitado por los numerosos turistas en Ronda es el famoso tajo de Ronda, que es una garganta de 100 m de profundidad excavada por el río guadalevin sobre el que se alza llamado Puente Nuevo. En Ronda hay numerosos restaurantes donde puedes comer menús por menos de 15 €.
Ronda
La vuelta a Puerto de Santa María la realizamos nuevamente por el interior de la Sierra de Grazalema para poder visitar dos de los pueblos blancos mas bonitos. Primero visitamos Olvera Y después Setenil de las Bodegas. Yo no digo que ver los pueblos a lo lejos en la sierra no llame la atención, pero circular por carretera de montaña para verles kilómetros y kilómetros yo personalmente no lo volvería a hacer, también es verdad que estaba hasta los cojines de tanta tralla en un día y lo único que ya deseas es llegar al hotel y descansar.
Olvera (Cadiz)
Al día siguiente dejamos Puerto de Santa María para dirigirnos a Sevilla y allí pasar dos noches. En este caso el elegido fue el hotel “Sevilla Macarena" **** ubicado frente a la Basílica de la Virgen Macarena y a veinte minutos andando de la catedral. Ya conocíamos Sevilla pero no viene nunca mal visitar de nuevo esta preciosa ciudad. Después de comer realizamos un completo recorrido que empezamos en la calle Sierpe, Catedral, Plaza de la Maestranza, Torre del Oro, cruzando el puente de San Telmo hasta el barrio de Triana, donde en la calle Pureza pudimos visitar la Basílica de la Esperanza de Triana y nuevamente cruzamos el Guadalquivir dirección a la zona centro por el puente Isabel II esta vez. Como era día de Cabalgata de Reyes, no quisimos perdérnosla y pudimos comprobar la alegría con la que los sevillanos celebran este tipo de manifestaciones.
Guadalquivir con el barrio de Triana a la derecha
El día siguiente empezamos la visita por la plaza de España donde pudimos nuevamente ver en todo su esplendor una de las plazas mas bonitas de España, sino la que mas. Posteriormente visitamos el barrio judio que se encuentra junto a los Reales Alcázares que por ser día de Reyes se encontraban cerrados al publico, hecho que nos contrario enormemente pues aunque ya los conocíamos de anterior visita, era nuestra intención volverlos a visitar. La temperatura nos acompañó durante prácticamente todo el viaje, donde pudimos constatar que los sevillanos tienen abrigos pero afortunadamente para ellos los usan poco.
La Giralda (Sevilla)
Al día siguiente en un viaje de cinco horas que se convirtieron en seis gracias a la nieve caída en la zona de Béjar, llegada a nuestra querida pucela y fin de estas bonitas minivacaciones.
Un saludo. Mauro Al
