Se llama Aldara, tiene alrededor de 30 años, novio y un futuro lleno de ilusiones por delante. Un día hace aproximadamente un año Aldara empezó a sentirse mal y después de pasar por los servicios de urgencia fue diagnosticada de un derrame cerebral y operada de urgencia por el neurocirujano Fernando Seijo en el mismo centro donde ingreso (Hospital General de Oviedo) Aldara salvo la vida pero quedo marcada para siempre, parte de su cerebro quedo dañado y como consecuencia la mitad de su cuerpo sufrió las consecuencias en forma de acusada cojera, falta de fuerza en su brazo, modulación de su voz y lo que meses después apareció y acabo de rematar su ánimo que fue un tremendo temblor en una de sus manos similar al de una persona con Parkinson .
Toda la esperanza de Aldara pasaba ahora por quitar el terrible temblor de su mano y el “milagro” llego de la mano del Doctor Seijo y su equipo. El reto era alucinante pues podía corregir el temblor, pero las consecuencias de un error superior a 2 mm en la operación podía acabar dejando a Aldara en un estado vegetativo.
La operación consistía en levantar en un primer momento parte del cuero cabelludo, posterirmente taladrar el hueso que recubre el cerebro para acceder a éste e implantar en una zona determinada un electrodo que activado desde una batería situada dentro de su cuerpo junto a su cuello, estimulase un nervio que pudiera corregir el temblor en la mano de Aldara y con ello devolverla parte de la ilusión por la vida que la quedaba. Si todo ello parecía de por sí cinematográfico, lo más difícil era que la operación exigía la colaboración de Aldara para saber si el electrodo estimulaba correctamente el nervio y eso la obligaba a permanecer despierta durante la operación.
Si la familia de Aldara no estaba convencida de la operación por sus elevados riesgos, Aldara no se lo pensó mucho y acepto el reto. Los días anteriores fueron de gran nerviosismo para ella y su familia, pero el día de la operación llego. Aldara al quirófano sentada en un sillón y con la cabeza inmovilizada, casi 5 horas de operación, corte del cuero cabelludo, taladro del hueso para acceder al cerebro donde milimétricamente seria introducido un electrodo hasta el punto exacto elegido por el Doctor y entonces el “milagro se hizo realidad”, cuando el electrodo fue activado la mano de Aldara dejo de temblar y ya en el mismo quirófano recobro el control total sobre sus movimientos.
El día después ya implantada la batería junto a su cuello, en la misma habitación y con la presencia de sus padres y novio se volvió a obrar el “milagro” paralelamente al poner en marcha dicha batería desde un pequeño ordenador. Desde ese día la vida de Aldara es un poquito mejor gracias a la inteligencia y trabajo del Doctor Fernando Seijo y su equipo y a los anteriores investigadores que descubrieron algunos de los muchos secretos que el cerebro guarda celosamente.
Toda la esperanza de Aldara pasaba ahora por quitar el terrible temblor de su mano y el “milagro” llego de la mano del Doctor Seijo y su equipo. El reto era alucinante pues podía corregir el temblor, pero las consecuencias de un error superior a 2 mm en la operación podía acabar dejando a Aldara en un estado vegetativo.
La operación consistía en levantar en un primer momento parte del cuero cabelludo, posterirmente taladrar el hueso que recubre el cerebro para acceder a éste e implantar en una zona determinada un electrodo que activado desde una batería situada dentro de su cuerpo junto a su cuello, estimulase un nervio que pudiera corregir el temblor en la mano de Aldara y con ello devolverla parte de la ilusión por la vida que la quedaba. Si todo ello parecía de por sí cinematográfico, lo más difícil era que la operación exigía la colaboración de Aldara para saber si el electrodo estimulaba correctamente el nervio y eso la obligaba a permanecer despierta durante la operación.
Si la familia de Aldara no estaba convencida de la operación por sus elevados riesgos, Aldara no se lo pensó mucho y acepto el reto. Los días anteriores fueron de gran nerviosismo para ella y su familia, pero el día de la operación llego. Aldara al quirófano sentada en un sillón y con la cabeza inmovilizada, casi 5 horas de operación, corte del cuero cabelludo, taladro del hueso para acceder al cerebro donde milimétricamente seria introducido un electrodo hasta el punto exacto elegido por el Doctor y entonces el “milagro se hizo realidad”, cuando el electrodo fue activado la mano de Aldara dejo de temblar y ya en el mismo quirófano recobro el control total sobre sus movimientos.
El día después ya implantada la batería junto a su cuello, en la misma habitación y con la presencia de sus padres y novio se volvió a obrar el “milagro” paralelamente al poner en marcha dicha batería desde un pequeño ordenador. Desde ese día la vida de Aldara es un poquito mejor gracias a la inteligencia y trabajo del Doctor Fernando Seijo y su equipo y a los anteriores investigadores que descubrieron algunos de los muchos secretos que el cerebro guarda celosamente.
Una vez acabada la operación el Doctor Seijo y su equipo pudieron decir con la mejor de las convicciones “MISION CUMPLIDA” y esperar a que el reloj de fichar marcara la hora de salida con la satisfacción interna de haber hecho algo grande, aunque para ellos sea poco más que rutinario.
Me surge la pregunta de saber si es justo que estas personas tan capacitadas junto con los investigadores dependan de lo que llamaríamos un buen sueldo con la subida anual del IPC, mientras cantidad de deportistas que el único merito que tienen es manejar una pelota y algunos no del todo bien, cobren autenticas millonadas y no solo deportistas sino especuladores de bolsa,comisionestas varios y directivos de bancos y lo que es tan o más lamentable belenes esteban o granes hermanos de turno que cobran lo que no está escrito por contar ante una cámara las vilezas del ser humano.
Un saludo amigos. Mauro Al
Hay que fastidiarse...algunas veces la ciencia se pone de parte de algunos,por suerte claro está.Hay medicos,especialistas,enfermer@s que tienen el cielo ganado y seguro que Aldara pensaría que el doctor Seijo aunque cobrase lo mismo que Cristiano Ronaldo seria poco.
ResponderEliminarNo estaria mal que éste tipo de logros fuesen gratificados con una buena extra,de acuerdo que los medicos y personal sanitario estan para ello,pero este tipo de logros como el de Aldara lo merecen,ya te digo...
Un saludo a tod@s