Urdangarín. El duque tontorrón.

Hay tontos, tontísimos y extremadamente tontos. Tontos hasta que se levantan y después siguen siendo tontos todo el día. A este fichaje de nombre Iñaki y de apellido Urdangarin,se le podría llamar jeta, ladrón, sinvergüenza,chorizo,delincuente, pero la calificación más apropiada de momento según mi modesto criterio es TONTO. Lo tenía todo, tuvo la suerte de nacer con un físico más que aceptable que el deporte se encargo de perfilar. Fue un deportista de elite en un deporte discretamente practicado en España como el balonmano (jugó en el F.C. Barcelona y en la selección Española).

La suerte se le cruzo en el camino al conocer a la princesa o infanta “guapa” de la Familia Real.

Bien podía haber dedicado toda su vida a vivir como un Marques o como un duque (consorte o consuerte), a formar parte de varios consejos de administración en los que por su posición le hubieran colocado, a esquiar los inviernos en Baqueira y a navegar en yate los veranos en Mallorca sin más trabajo que hacer a la Infanta todos los años un principito. Pero no, a este mas que tonto se le pego la mano al dinero fácil, inmoral e ilícitamente ganado.

Formó junto con otro espabilado el Instituto Noos, empresa ésta sin ánimo de lucro y se dedico poco menos que a chantajear a Ayuntamientos, Autonomías y empresas privadas para ganar un dinero fácil, que posteriormente a través de una segunda empresa de su propiedad de nombre Aizonn y en la que figura como copropietaria la Infanta Cristina, evadir el dinero público y privado a paraísos fiscales.

No contaba con que el buen hacer de periodistas y miembros de la fiscalía anticorrupción destaparan el pastel, pastel éste que debido a su tontería nunca pensó que se destaparía siendo yerno de quien es.

En breve será imputado de apropiación de fondos públicos y de falsedad en documento mercantil y con esto hipotecara el futuro de su mujer y de sus hijos, herederos lejanos de la corona y quién sabe si también  contribuir con su mal hacer al principio del fin de la monarquía en España.

Este jeta tontorrón en sus últimas declaraciones públicas solo lamentó “el daño hecho a la Corona” olvidándose del daño hecho a todos los españoles al haberles chorizado un dinero que bien podría haber sido destinado a Sanidad o a Educación o al subsidio de las numerosas familias en las que todos sus miembros están en el paro.

Como dato, decir que la Familia Real recibe anualmente de los presupuestos generales del estado 8´43 millones de Euros para que el Rey y su familia vivan de una manera Real para ellos e Irreal para el resto de españoles y de ese dinero también cobra él.

Quizás lo primero que tenía que haber aprendido al emparentarse con el Rey, es que la Corona se basa en unos principios dinásticos y su mujer está llamada a la sucesión aunque sea en el séptimo lugar.

Pensó que resolvería el problema al marchar a vivir a E.E.U.U. pero afortunadamente el sistema judicial español no discrimina en la mayoría de las veces a  ricos y pobres, marqueses y Duques, listos y tontos.

El daño a la buena imagen de la monarquía en España que día a día se encargan de aumentar tanto Juan Carlos como Sofía, Felipe y Elena, se la va a cargar en parte este atractivo tontorrón.

De momento y afortunadamente para él existe la presunción de inocencia pero hay ya tantos y tantos indicios que le incriminan que hasta el ingenioso presidente del congreso de diputados a día de hoy José Bono dijo refiriéndose a este asunto “En este caso no me gusta la orina del enfermo”
Y es que hay tontos que lo mismo planchan un huevo, que frien una corbata y este es uno de ellos.

Un saludo: Mauro Al