lunes, 14 de diciembre de 2015

HERNÁN CORTÉS... UN POCO DE HISTORIA.




Me considero un entusiasta de todo lo relacionado con la conquista de América o como ellos lo llamaron “El Nuevo Mundo”. Considero apasionante todo lo ocurrido desde que Cristóbal Colón allá por 1492 viajando con intención de llegar a las Indias se topó con el continente americano.


Cuentan los que saben, que no fue el primero, que anteriormente llegaron los vikingos en uno de sus múltiples viajes por mar y que arribaron por Groenlandia y la costa de Canada. Estos vikingos al contrario que nuestros antepasados no colonizaron ni conquistaron nada, parece ser que simplemente pararon,repostaron y se volvieron para sus casas,  las cuales solían encontrar con varios hijos más de los que dejaron, dado el largo tiempo que duraban  sus viajes y el aburrimiento de sus mujeres, ya que en aquel tiempo no existía Telecinco.


A lo que vamos, que luego me enrollo. Poderosamente me corroía la intriga de como uno de nuestros grandes conquistadores “HERNÁN CORTES” pudo, acompañado de cuatrocientos colegas conquistar un imperio organizado como el Azteca, compuesto por cientos de miles de personas.

Hace poco tiempo llegó a mis manos la biografía del señor Cortés titulada “Hernán Cortés“ escrita por Salvador de Madariaga y me la leí, coño que me la leí, y aviso a los que están leyendo estas líneas, que con uno que se la lea vale, porque “menudo tocho”.


Pensar que Hernán Cortés emprendió tan peligrosa empresa de la conquista de México principalmente por su afán  de conseguir el oro americano es no conocer la historia.

Hernán Cortés no era un pastor de cabras más, como muchos de los conquistadores de aquella época. Cortés provenía de una familia de alguna manera acomodada que le pudo dar una educación de la que la mayoría de gente en aquel entonces carecía. Creo después de leerme este tocho del que he recogido información, que su principal virtud fue la astucia y sin ésta,ni él ni nadie con esos medios hubiera conseguido lo que consiguió. Llevaba con él cuatrocientos españoles, con dos cojones bien puestos como él, pero solamente cuatrocientos. También llevaba unas decenas de caballos que en verdad impresionaron a los indios Aztecas, pero no dejaban de ser caballos que morían cuando les clavaban las flechas y las espadas. Y también llevaba pólvora, que aparte de matar a distancia hacía mucho mucho ruido pero hasta a ese ruido se acostumbraron los indios Aztecas, por lo que para nada fue decisiva esa pólvora.


La conquista la empezó a forjar a base de alianzas con los pueblos indios que fue encontrando desde que empezó su camino desde la costa. Cuando entro en la capital del imperio azteca “Tenochtitlan” las victorias y alianzas logradas sobre otros pueblos indios que posteriormente le acompañaron, le sirvió para que le recibieron con miedo pero amablemente y allí en Tenochtitlán se instalaron como invitados, donde fueron agasajados por su rey Moctezuma.

Siempre se dijo que su victoria se fundamento en la superioridad de sus armas, en la pólvora y en sus caballos pero la verdadera realidad fue, que la FÉ de los Aztecas sucumbio ante una FÉ mas firme como era la de los españoles en aquellos tiempos.

Cortes fue la encarnación de la FÉ cristiana en su encuentro con Moctezuma rey de los Aztecas.
Nada en lo militar ocurrió para cambiar el curso de los acontecimientos, sino que Hernán Cortés un día cegado por la ira, golpeó con una barra de hierro la frente de uno de sus dioses y aquellos hombres que hasta entonces les habían dado su oro, sus hijas, su territorio y su estado, les declararon la guerra en cuanto sintieron amenazados sus dioses


A pesar de que Cortés secuestro en su palacio a Moctezuma nunca éste fue su enemigo, es más el tiempo que convivieron fueron buenos amigos y cuentan que Cortés llegó a llorar la muerte de Moctezuma cuando fue abatido por una flecha de sus súbditos, a los que quiso calmar cuando empezó la batalla contra los españoles.


No cabe duda que los conquistadores eran tipos excepcionales en los que ni el temor a lo desconocido ni las enfermedades lograron hacer mella. Eran hombres (Pizarro, Cortés, Alvarado, Alonso de Ojeda, Magallanes, Balboa etc..) movidos mas por su afán de aventuras y por la busca de la fama y reconocimiento  que por enriquecer sus bolsillos con el oro americano cosa esta que por cierto también hicieron.


“Mi impresión de todo lo que he leído y leído hasta el momento, es que en la conquista de America impusimos nuestra religión y nuestras costumbres a base de machetazos a unas personas que simplemente estaban allí y no necesitaban nada de nosotros, a los que cambiamos su vida de una manera radical sin ellos haberlo escogido”.

Ejemplo tenemos en nuestros días, evidentemente marcando las distancias, de unos terroristas que quieren conquistar occidente a base de violencia para imponer su religión y sus costumbres y todo esto en nombre de la religión. ¿ Acaso no hicimos algo parecido nosotros en aquellos años y en aquel lugar?. Invito a la reflexión.


Un saludo:   Mauro Al

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