Escribo, no escribo, escribo, no escribo, llevo unos días dando vueltas a si escribir unas lineas dedicadas a la gala de Navidad conmemorativa de los 190 años de creación de la Policía Municipal de Valladolid o no hacerlo.
Todo partió allá por octubre con un cartelito en el que se pedían 20 colaboradores ( 10 de cada sexo) para una acto solidario en favor de 2 asociaciones benéficas a las que seguro venía y viene bien todo donativo que puedan recoger. Las asociaciones eran “ Mensajeros de la Paz” y “Asociación de familiares de Alzheimer de Valladolid” y el hecho consistía en un pase de trajes antiguos de la Policía Municipal de Valladolid.
Hay personas en este mundo con capacidades superiores a las demás y no tiene porque costar reconocerlo. En éste caso fueron mis compañeros Fernando y Julio con unos cerebros organizativos muy superiores a los demás los que parieron la idea de dicho pase de trajes de época, idea ésta que tuvo un efecto multiplicador cuando se la contaron al verdadero organizador de todo este tinglado y que no es otro que Ángel Tamayo, gerente y propietario de la empresa “Tamayo Agencia de modelos” que altruistamente con su saber, trabajo y profesionalidad supo liderar y llevar a buen termino el proyecto al que más adelante me referiré.
La bola en principio pequeña, empezó a crecer y crecer alimentada por el tesón y la confianza de Fernando, Julio y Ángel con la imprescindible colaboración de Miguel y Javier. Las dificultades me consta que fueron muchas y muy grandes aunque siempre inferiores a la capacidad de superarlas de estos compañeros. Como casi todo en la vida, el factor económico para poder llegar a cabo el proyecto se convirtió en una muralla muy difícil de superar y más en los tiempos que corren, pero ellos supieron mover las teclas necesarias para superar tan grandes obstáculos.
Mientras yo, como los demás que nos ofrecimos a colaborar en aquel primer y pequeño acto solidario abierto a todo el que quisiera colaborar, éramos ajenos a la dimensión que estaba empezando a tomar el asunto.
El resultado fue que a finales de diciembre nos encontrábamos probándonos la ropa que nos cedieron los diferentes establecimientos comerciales de nuestra ciudad a los que tenemos que agradecer su imprescindible colaboración para poder llevar a cabo lo que con tanto empeño sudaron los arriba mencionados y no fue otra cosa que la “Gala Solidaria de la Policia Municipal de Valladolid”. Aquel pequeño desfile de trajes antiguos ideado para ser presenciado por 200 o 300 personas se convirtió por arte y empeño de estos genios en un evento celebrado ante 3.000 personas en el mayor recinto cubierto que tiene nuestra ciudad, al que le faltó poco para llenarse (quizás la lluvia torrencial caída durante todo el día lo impidiera). Nosotros colaboramos con varios pases de ropa por una pasarela interminable por la que nos puso a prueba el bueno de Tamayo. Junto a nosotros también estuvieron colaborando músicos, humoristas, magos y grupos de danzas y para niños, de los mejores que nuestra ciudad puede ofrecer. No quiero destacar a ninguno pues todos lo hicieron fenomenal y desinteresadamente, aunque me quedo con ganas, o mejor no me quedo, de nombrar al gran humorista Roberto “Chapu” por aquello de que la tierra tira y él es de mi pueblo.
Tanto como por el apoyo al fin social que perseguíamos, como por el apoyo a la Policia Municipal en la celebración de sus 190 años, no puedo obviar la colaboración de la televisión de Castilla y León que ofreció la gala en directo y con ello la posibilidad de que todos los vallisoletanos la pudieran disfrutar desde sus casas. Es de agradecer y reconocer el buen trabajo de sus presentadores Eduardo Kilez e Ivana La Piana que junto con Ángel Tamayo lo hicieron de manera impecable.
A partir de ahora hablaré de los verdaderos protagonistas de esta gala que no son otros que los 34 compañeros y compañeras con los que compartí vivencias y nervios durante todo el día por el temor justificado al no saber si podríamos estar a la altura del evento que se estaba celebrando ( allí todo el mundo era profesional en lo suyo menos nosotros)… Bueno cuando digo los nervios de todos, no me refería a Iván, Fernando, Rodrigo, Lola, Magdalena y alguno más, pues si les tenían les dejaron cómodamente en casa protegidos de la intensa lluvia que cayo durante todo el día.
El buenrollismo nos acompañó durante todo el día y nos hizo conocernos un poco más dado que turnos y disparidad de zonas y cometidos nos impiden conocernos todo lo a fondo que quisiéramos. Tropezó uno de nosotros en uno de los desfiles y nos caímos todos, se levantó al momento y todos al unísono nos levantamos con más ganas si cabe de hacerlo bien. Compartimos una experiencia que ni el mayor de nuestros sueños hubiéramos imaginado y me consta en virtud a las múltiples felicitaciones que hemos recibido que la superamos con nota.
No soy yo de no agradecer a los que se lo merecen y en este caso se lo merecen las múltiples empresas y personas que nos ayudaron a conseguir los fines en un principio marcados, pero quiero hacer un aparte con los fotógrafos allí presentes y ajenos a nosotros y que tan bien nos “retrataron”, y posterior y desinteresadamente nos cedieron sus trabajos para que nos pudieran quedar de recuerdo de tan inolvidable día. Igualmente me comentan de 3 personas sin las que todo esto no se hubiera podido celebrar por aquello de que los temas económicos son imprescindibles y muy difíciles de superar. Una es nuestra jefe Julia, otra es la concejala tan atractiva como eficaz Mercedes Cantalapiedra y nuestro alcalde Óscar Puente que como no podía ser de otra manera nos apoyó y presidió la Gala.
Aunque cada vez estoy más comedido en mis críticas si me comparo cuando empece a escribir este blog hace ya casi 5 años no sería yo si me olvidara de los no presentes y que por representación no acudieron, que a mí personalmente me importa un huevo, perdón quise decir un bledo pero que considero era su obligación el apoyar a la policía municipal de Valladolid en los 190 años de su creación, y más cuando alguno de ellos es lo único que se le pedía en comparación a lo mucho que se llevaba. Mis compañeros y yo ya nos entendemos y Ángel también y el otro Ángel que seguro no lee esto también.
Lo mas importante de todo, a parte de lo bien que lo pasamos, es que se lograron recaudar 27.704 €, que es una pasta, para dos asociaciones que realmente lo necesitan para poder cumplir los objetivos sociales a lo que están en cuerpo y alma dedicadas.
Después del escribo, no escribo del principio, ahora me surge el publico o no publico, por lo que no será difícil para el que lea este blog adivinar cuál fue mi decisión final.
Un saludo. Mauro Al
* Las fotografías que acompañan este articulo al contrario que las de los demás no son mías y las realizaron varios fotógrafos allí presentes.
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