Un año mas pude presenciar el pregón de las fiestas que Valladolid celebra en honor a su patrona la Virgen de San Lorenzo.
Este año tenia la curiosidad de poder confirmar mis sospechas de que con la llegada del nuevo equipo de gobierno municipal, la paz y la normalidad volverían a la plaza mayor a la hora del citado pregón. El primer signo de normalidad se podía observar al no instalarse este año las vallas antipático y las “concertinas” que separaban en años anteriores al pueblo de sus dirigentes instaladas por el anterior alcalde y que cada año acotaban mas espacio entre ambos delante del balcón del ayuntamientos tratando de evitar la temida lluvia de huevos dirigida desde el pueblo a su regidor.
Este año el acierto en la elección de los pregoneros fue total. Que mejor que los pucelanos Celtas Cortos para obsequiar a los vallisoletanos con un pregón alejado de los tristes,anodinos y faltos de interés de los anteriores pregoneros que sin tener culpa ni pena se veían obsequiados como premio final a su discurso con una lluvia de huevos evidentemente no dirigidos a ellos.
El avispado líder de los Celtas Cortos, Jesus Cifuentes supo conectar con el publico con un pregón que convirtió en canción llena de buen ritmo en honor a los barrios vallisoletanos.
Aludió Cifuentes en su discurso a la niebla que durante tantos años cubrio Valladolid mientras duro el mandato del anterior alcalde y como esa niebla ha empezado a disiparse en nuestra ciudad con la llegada un tanto “fortuita” para muchos aunque para otros no tanto entre los que yo me encuentro de la nueva corporación de “izquierdas”, un cambio éste que los peperos pucelanos no acaban de asumir ante la risita floja de no pocos entre los que me encuentro, a veces observándolo desde primera fila.
Esta mañana comentaba con un compañero después de observar la ventana del despacho del alcalde que estaba inusualmente abierta de par en par, de la necesidad tanto para el despacho,ayuntamiento y ciudad de que el aire se renueve porque estaba excesivamente cargado metafóricamente hablando o en este caso escribiendo.
Veremos que da de si esta nueva corporación pero de momento lo que se respira y así se reflejo en el pregón de este año es la ansiada normalidad en las formas y esperemos que se vean trasformadas también en hechos.
Unas formas de gobierno y de trato feudales y ancladas en el pasado han dado paso a otras cuya principal característica al menos de momento es la ansiada NORMALIDAD .
Tras el pregón abrieron fiestas los Celtas Cortos en el primer concierto de la semana. Pensé yo seguidor asiduo de los Celtas, que que mejor que verlos en concierto en su ciudad y como quiera que la salida del curro coincidía con el inicio del concierto y aunque estaba un tanto cansado de estar toda la tarde de pie allí me plante solo por circunstancias ese día, pero pude disfrutar como disfrutamos los que allí estuvimos nuevamente de un extraordinario concierto de esta banda que lleva pucela por bandera.
Lo peor de todo, la mierda que dejaron algunos impresentables y poco cívicos miembros de las peñas en la citada plaza mayor hecho este que se repite año a año sin que las “derechas” o las “izquierdas” lo pongan remedio.
Y colorín colorado aquí acaba este pequeño relato de lo que pude observar que paso en el pregón de este año.
Un saludo. Mauro Al
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