La historia de Haile Gebrselassie, es una historia de continua superación protagonizada por una persona que partiendo de la nada a logrado las más altas cotas de éxito.
Fue un chaval pequeño y esmirriado nacido en un pequeñito pueblo de Etiopía y perteneciente a una familia campesina formada por sus padres y 10 hermanos.
En un país en guerra, la educación era un lujo y él la quiso aprovechar, por lo cual diariamente tenía que desplazarse 10 Kilómetros de ida y los mismos de vuelta a una aldea donde podía recibir sus clases. Necesario es decir que carecía de zapatos por lo que dicho desplazamiento le realizaba descalzo y de la manera que más le gustaba, que era corriendo por caminos y montañas pedregosas. Un día la suerte se presento en su vida de la mano de un turista europeo relacionado con el atletismo, al que le llamo la atención la forma ligera de correr de aquel pequeño adolescente negro como el tizón y feo como él solo. Dicho turista le ofreció la oportunidad de entrenar en Europa, oportunidad que él acepto en el momento, movido por sus ganas de ganar dinero y sacar de la miseria a su familia
A su primer entrenamiento acudió con la poca ropa que tenía en Etiopia y descalzo, por lo que su primer regalo fue el de unas zapatillas deportivas que después de la primera vuelta de entrenamiento desestimo, por sentirse incomodo y prefirió correr como siempre lo había hecho en África, o sea descalzo.
Ese fue inicio de una dilatada carrera llena de éxitos deportivos como fondista donde ha sido y es el rey indiscutible de la larga distancia, primero en la distancia de 10.000 metros y posteriormente en maratón, al que llego como consecuencia de una lesión.
Este hombrecillo pequeño de estatura pero grande de corazón, ha batido 15 veces algún récord mundial, 2 veces oro olímpico en 10.000m, 4 veces campeón del mundo en la misma distancia, amén de otras medallas de plata y bronce en campeonatos mundiales y actualmente es plusmartista mundial de maratón con una marca de 2 h 03´58´´. Entrena diariamente 30 Km a una altitud de 3.000 m. por pistas llenas de toboganes naturales lo que en verdad es una autentica pasada y siempre con su gesto más característico y que siempre le identifica allá donde corra y no es otro que su amplia y eterna sonrisa, que le hace parecer que no sufre cuando está compitiendo.
Parte de los amplios beneficios que gana en su carrera como deportista los invierte en la formación de jóvenes atletas etíopes, para que como él, puedan salir de la pobreza.
En Noviembre de 2010 salió a correr la famosa maratón de New York con una tendinitis en una de sus rodillas, la cual le obligo a retirarse después de liderar la prueba durante 25 Km. Decepcionado anuncio su retirada, pero convencido por su entrenador de intentar ganar el oro olímpico en las próximas olimpiadas que se celebraran en Londres, decidió dar la noticia de su vuelta a la competición 8 días después del anuncio de su retirada.
Su máxima es “No puedo celebrar un 2º lugar, simplemente porque siempre salgo con el objetivo de ganar el Oro”.
Recientemente ha sido galardonado con el premio Príncipe de Asturias del deporte.
Enhorabuena para este esmirriado de eterna sonrisa, que ha sido y sigue siendo uno de los grandes mitos del atletismo.
(Cuando escribo esta clase de artículos relacionados con el esfuerzo y la superación en el deporte, enseguida acudo a mi hijo Fran para que les lea por eso de haber si se le queda algo, ya que es deportista, pero siempre encuentro la misma respuesta que no es otra, que cambio de postura en el sofá y mando en mano, cambia de canal con la siguiente pregunta “¿Qué tenemos para cenar, esta noche?
Un saludo amigos. Mauro Al
No hay comentarios:
Publicar un comentario